Por el valor histórico que le confiere el papel jugado a lo largo de la historia de Verges, y por el valor arquitectónico de algunos de sus elementos constructivos, con todos estos antecedentes, desde un inicio, y antes de entrar en la fase de anteproyecto, se realizó un extenso estudio de detalle de cada una de las estancias y elementos constructivos para que, una vez se realizara la rehabilitación, se pudiera preservar al máximo todos los elementos existentes, desde los más grandes como la estructura, las cubiertas o las fachadas, hasta los más pequeños como las baldosas o los propios muebles. Tanto en fase de proyecto como durante la obra se fueron realizando las intervenciones mínimas necesarias para preservar al máximo posible el patrimonio arquitectónico de la propia edificación que aún permanecía en pie después del paso de los años hasta el día de hoy.